sábado, 9 de mayo de 2015

MUSEO FRAY PEDRO BEDÓN


MUSEO FRAY PEDRO BEDÓN

UBICACIÓN.-
Se encuentra en las calles Flores 150 y Bolívar (entre Rocafuerte y Bolívar).

HORARIOS DE ATENCION
Lunes a sábados de 09:00 a 17:00
Domingos y feriados de 09:00 a 13:00
Teléfono 228 0518.
Ingreso
1 dólar personas mayores
50 centavos, niños, estudiantes y tercera edad.

ANTECEDENTES DE LA CREACIÓN DEL “MUSEO FRAY PEDRO BEDÓN”.
Como lo señala el padre dominico José María Vargas en su obra “Patrimonio Artístico Ecuatoriano”, el decreto que creó la Ley de Patrimonio Artístico de febrero 1945, obligó que con los cuadros y estatuas que poseyeran las órdenes religiosas de San Francisco y Santo Domingo se organizaran en los locales ocupados por las Guardias Civiles sendos museos.


Para el caso del “Museo de Santo Domingo”, se contó con el financiamiento de la Casa de la Cultura y del Municipio de Quito. Los fondos del museo se hallan compuestos fundamentalmente por bienes del propio convento y otros que se han adquirido eventualmente. El museo dominico fue inaugurado en su nuevo local el 6 de Noviembre de 1965. Según el padre Gonzalo Valdivieso, su creación se da en dos etapas; la primera se forma gracias a la iniciativa del padre José María Vargas, quien tomó a su responsabilidad el abrir al público un espacio en el cual este pudiera apreciar invaluable imaginería religiosa que cumplía y cumple aún, con el objetivo de evangelizar al pueblo; el padre Vargas tiene el mérito de recolectar y organizar un gran acervo de pinturas y esculturas de los siglos XVI y XVII que hasta ese momento se hallaban dispersas por cada rincón del convento. fray José María Vargas contaba además, con el apoyo del padre Luís Tipán Rojas, por aquel entonces Prior del Convento Máximo, con cuya ayuda organizó las obras en un sitio que servía de sala de exposición, con miras de erigir un museo.

Por último contribuyó con la obra iniciada por ellos el padre Gonzalo Valdivieso E., en la segunda etapa de creación del museo, quien en representación y a nombre de la Orden de Predicadores de Santo Domingo contribuyó con la obra haciendo intervenciones por cuenta propia en diversas partes del convento.
La acertada decisión de los dominicos de fundar este museo tuvo como objetivo principal, el de poner a consideración de la comunidad el importante acervo artístico de propiedad de la orden con fines didácticos. Sin embargo, toda esa afluencia de un público frecuente no impedía el hecho de que este museo fuera un simple depositario de obras de arte que se encontraban expuestas en desorden, sin contar con el sustento científico que proporcionan un guión museológico o museográfico, y relegados a un sitio que no era apto para su conservación en el cual, las condiciones de humedad y temperatura, constituían para estos bienes artísticos un factor grave de deterioro que debía ser considerado.

Otro factor natural que afectaba al lugar y que ponía en serio peligro a las piezas fue el terremoto de 1987 que causó daños de importancia en todo el convento y al museo en sí. Este daño pudo ser mayor de no tomarse las medidas necesarias para detener las consecuencias del problema, este detalle suscitó las acciones de restauración del edificio, que corrió a cargo de la institución encargada de la preservación de nuestro patrimonio como es el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC). El INPC con el aporte externo del Gobierno del Reino de Bélgica dan inicio a la ejecución del proyecto ECUABEL. 


INFORMACIÓN

El Museo fue inaugurado como tal el 6 de noviembre de 1965, siendo Prior el P. Luis Tipán Rojas, aprovechando la madera y tableros del piso del templo.
Empezamos nuestro recorrido en la Sala donde podemos apreciar esculturas de los siglos XVII y XVIII en su mayoría de autores anónimos de la Escuela Quiteña y Europea y de su máximo representante Fray. Pedro Bedón, que ha sido organizado como parte del Convenio Ecua- Bel. Esta sala describe los inicios del convento de Santo Domingo, muestra esculturas de sus dos fundadores, San Francisco y Santo Domingo. Estas esculturas están elaboradas con la técnica del encolado, fueron elaboradas por Francisco Albán.
También podemos observar una escultura de Santo Domingo de Guzmán, realizado por Bernardo de Legarda, un gran maestro de la Escuela Quiteña. Todas estas obras de arte datan del siglo XVIII.
La escultura que podemos ver es de Santo Domingo de Guzmán del siglo XVIII, fundador de la Orden nació en Caleruega (España) en 1172 siendo el último de cuatro hijos: fue educado por su tío el sacerdote Gumiel de Izan, y ya como sacerdote dedicó su vida a la penitencia y a la oración. Precisamente Santo Domingo funda una orden en 1216 de frailes mendicantes dedicados a la enseñanza, predicación, y oración. Muere en 1221 y es canonizado en 1234: su tumba en Boloña fue hecha por Nicolás Pissano y embellecida luego por Miguel Ángel, y sus atributos iconográficos son: un lirio, un perro blanco/ negro y más tarde se añadió un rosario: de ahí que a su orden se le atribuye la falsa etimología de “Domini Canis” perros de Dios. Observamos a Santo Domingo de Guzmán en óleo sobre lámina de metal Siglo XVIII con su atributo un perro blanco con negro el mismo que simboliza el sueño que tubo la madre de Santo Domingo en días de dar a luz que vio en sueños que su hijo iba a nacer de esta forma, con un una antorcha en el hocico que simboliza la predicación el mundo.
En la sala y sus alrededores podemos observar obras como: El Mundo en Tinieblas (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII de Francisco Albán, San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán (esculturas) Siglo XVII de la escuela de Pedro de Mena, Vestición del Beato San Reginaldo de Orleáns (óleo sobre lienzo) Siglo XVII del Padre Carlos, San Raimundo de Peñafort (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, San Antonio de Florencia (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, San Jacinto de Polonia (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, Visión de Honorio III (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII de Francisco Albán, Santo Tomás de Aquino (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, Santo Tomás de Aquino (escultura) Siglo XVIII, Santa Catalina de Siena ( óleo sobre lienzo) Siglo XVII, San Alberto Magno (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, San Vicente Ferrer (óleo sobre lienzo) Siglo XVII , Santo Tomás de Aquino- Fuente de Sabiduría (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII y Santa Inés de Montepulsiano (óleo sobre lienzo) Siglo XVII.
A continuación ingresaremos a la segunda sala todas las obras aquí posee sincretismo, es decir las piezas poseen tanto una tradición indígena como simbología de la fe católica; es posible hallar influencia árabe ya que los españoles fueron invadidos por los árabes y por esta razón las esculturas tenían esas características. En esta sala encontramos varias esculturas que poseen ojos de vidrio, fueron talladas en madera y cubiertas con pan de oro. Aquí podemos observar obras del siglo XIX el cual fue la etapa de la decadencia de la Escuela Quiteña ya que ocurrió la época de la independencia y todo el presupuesto fue utilizado para la guerra. Una pieza que muestro el ejemplo de la decadencia es la de San Pedro Mártir; es una obra simple que posee un tallado rústico.
Tenemos obras como: San Vicente Ferrer (óleo sobre lámina de metal) Siglo XVIII de Francesco Guerrini, San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII del taller de Fco. Albán, San Vicente Ferrer (Escultura) Siglo XVIII, San Vicente Ferrer predicando y curando enfermos (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, Cariátides y Atlantes (Escultura) Siglo XVII, San Sebastián (Escultura) Siglo XVII, San Pedro Mártir de Verona (Escultura) Siglo XIX, Día del Juicio Final (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII, y la Virgen del Rosario redimiendo a una Santa (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII.
Continuemos por favor a la tercera sala donde observamos al Fray Pedro Bedón (óleo sobre lienzo) Siglo XVII (1621) de Fray. Tomás del Castillo. El padre Bedón se convirtió en el padre de la escuela de arte en Quito, a su vez fue considerado como el primer pintor muralista.
En la sala encontramos obras de Fray Pedro Bedón como Libros Corales que poseen una decoración vegetal y una pasta de cuero. Estos libros fueron elaborados en el año de 1688. Se puede observar cuadros de Miguel de Santiago como La Trinidad, también la escultura más destacada de Bernardo de Legarda, la Virgen de Quito. Así como otras obras: La Virgen de la Escalera (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII, La Coronación de la Cruz (Estandarte) Siglo XVIII, San Pedro Mártir de Verona (óleo sobre madera) Siglo XVII de Fray. Pedro Bedón, La Virgen del Rosario y Santos Dominicos (óleo sobre lámina de metal) Siglo XVIII de Fco. Guerrini, San Nicolás de Tolentino (óleo sobre lienzo) Siglo XVII del Fray. Pedro Bedón, San Juan de Dios (Escultura) Siglo XVIII de Bernardo de Legarda, Virgen del Rosario con San Francisco y Santo Domingo (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII, Dulce Nombre de Jesús (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII, Inmaculada (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII, Divina Parentela (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII, Inmaculada Eucarística (óleo sobre lienzo) Siglo XVII de Miguel de Santiago, Bendición de Mártires Dominicos (óleo sobre lienzo) Siglo XIX de Brígida Salas y la Virgen de las Lajas (óleo sobre piedra) Siglo XVIII donde Fray Pedro Bedón plasma en una piedra la imagen en miniatura de la Virgen de las Lajas, similar a la que pinto en el santuario ubicado en tierras Colombianas, que lleva el mismo nombre y el cual es sitio de peregrinación para gran cantidad de fieles devotos a la Santísima Virgen maría.
Aquí tenemos un término, quizás nuevo para nosotros, las Cascullas que se las utilizaba para los actos litúrgicos de la Iglesia, eran bordados principalmente por las monjitas de Claustro, tienen un peso aproximado de 25 libras. Los Limosnero (bronce, plata, lámina de metal.) utensilios que servían para recoger las limosnas de los fieles, está representada sobre una lámina de metal. La espada de acero regala a la orden por el presidente Gabriel García Moreno y un rosario elaborado con concha perla y plata.
En este momento ingresaremos a la Sala de Profundis que viene de profundo lugar donde los sacerdotes meditaban antes de ingresar al comedor. Aquí observaremos una pintura que fue sacada del interior de la iglesia es por ello que tiene una forma rectangular representa el acobijamiento de la virgen a los dominicos con una singularidad que a su lado izquierdo se encuentra Sebastián de Ávila persona quien manda a realizar la pintura cuya condición era que el también aparezca en el cuadro por eso lo encontramos aquí.
Finalmente nos encontramos en el Refectorio lugar donde antiguamente los sacerdotes se reunían a comer. El techo es de madera y se lo denomina Artesonado, posee pinturas que revelan la vida de Santa Catalina de Siena. Alrededor de estas pinturas se encuentran los 54 mártires que murieron por tratar de evangelizar y difundir su religión en diferentes partes del mundo. Tiene un púlpito que lo utilizaban para leer la Biblia mientras los demás comían, se decía que “mientras comía el cuerpo, el espíritu también lo hacía”.

Encontramos una hermosa sillería compuesta por altos relieves que fueron elaborados en el siglo XVI. 

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