CASA MUSEO MARÍA AUGUSTA
URRUTIA
UBICACIÓN
García Moreno
N2-60 (760) entre Sucre y Bolívar
DATOS DEL MUSEO
Teléfonos: (+5932) 2580-103 / 2584-174
E-mail: cmmau@fmdj.org
La Casa-Museo ofrece visitas guiadas en inglés y español.
Horario de atención es de martes a sábado de 10h00 a 18h00, y los domingos de 09h30 a 17h00.
Costo: Adultos: $2.00; Estudiantes y 3ra edad: $1.00 Niños 0.50
INFORMACIÓN
Fecha de creación:
Esta casa fue
construida en el siglo XIX y está decorada con piezas artísticas de mediados
del siglo XIX
Descripción:
Es uno de los
espacios más significativos de la casa de la Sra. María Augusta Urrutia. Varias
publicaciones sobre el Centro Histórico de Quito han recurrido a fotografiar
este patio para mostrar la belleza de la arquitectura civil de la Época de la
República en la ciudad e inclusive ganó el premio Municipal al Ornato en 1978.
Hasta los años cuarenta un enorme árbol de magnolio estaba en el centro del
patio, que fue retirado debido a que restaba luz a los corredores superiores.
En lugar de éste se colocó la pileta realizada por un importante escultor
ibarreño: Luis Mideros, y cuya parte superior está esculpida en una sola
piedra. Una de las señas particulares de la casa siempre ha sido la presencia
abundante de plantas ornamentales y enredaderas. Además de las flores, el patio
está adornado por jaulas con canarios, que acompañan con su canto la armonía de
este espacio.
Dormitorio La
decoración de este espacio es elegante y sobria, ella quiso que su espacio más
íntimo, donde solía pasar sus momentos de más honda reflexión religiosa, vaya
acorde a su espiritualidad. Los 7 arcángeles pintados por Víctor Mideros, le
hacían sentir seguro y protegida.
La silla pequeña de madera era de un valor sentimental muy alto para Doña María Augusta, puesto que fue el único recuerdo que tuvo de su padre, Julio Urrutia, quien murió en 1904, dejándola huérfana de padre a la edad de 3 años. La escultura de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús en 1540, refleja el carisma de amar y servir. "La Soledad" es una obra de Carlos Salas; perteneciente a la dinastía Salas, importante familia de pintores del siglo XX. También se aprecia la presencia de Víctor Mideros en "La profecía de Simeón". Tenemos las fotos de Don Alfredo Escudero y Doña María Augusta con dedicatoria, ya que en ese tiempo era una tradición intercambiar fotografías con la promesa de amor el día del compromiso o cuando contraían matrimonio. Podemos ver un retrato de Doña María Augusta realizado por Víctor Mideros; generalmente cuando las obras no están terminadas los autores no firman, en este caso, la intención de Mideros fue resaltar el rostro de Doña María Augusta. El sillón largo "chaise long" era utilizado principalmente por la dama de compañía de Doña María Augusta, para cuidarla durante la noche en caso de que hubiese enfermado. María Augusta desayunaba aquí todos los días. La mayor parte del tiempo que permanecía aquí, lo hacía sentada cerca de la ventana, en busca de la luz y el calor del sol. Eran sus momentos de más honda reflexión religiosa, aquellos en los cuales se sentaba con su sombra y conversaba con alguien que ella sabía que estaba siempre a su lado.
Baño Es uno de
los espacios más llamativos de la casa, por su elegancia y sofisticación. Todas
las piezas sanitarias fueron importadas de Inglaterra y la cerámica de las paredes
es de origen belga. La tina original tenía como base cuatro patas de bronce en
forma de león. El diseño de la ducha se caracteriza por sus líneas art noveau.
Los vitrales se encargaron al exterior y fueron montados en este sitio por
algún buen artesano quiteño.
Estudio Buena
parte del trabajo administrativo de las haciendas, propiedades y de la
Fundación Mariana de Jesús era realizado en este espacio por María Augusta
Urrutia. Mujer inteligente de carácter fuerte con innato espíritu de líder,
gustaba de controlar hasta los más mínimos detalles del manejo de sus cosas.
Aunque era ayudada por secretarias y contadores, ella era quien tomaba todas
las decisiones, incluso en el aspecto financiero, actividad realizada solamente
por hombres en esa época.
Podemos
apreciar la pintura "Yo Soy" de Víctor Mideros, una colección de
grabados franceses del siglo XIX, dos bargueños de madera taraceados de la
época de la colonia. El bargueño europeo con diseño zoomorfo esta hecho en
madera con incrustaciones de carey y hueso. Contamos también con algunas
representaciones de la Inmaculada Apocalíptica, y el conjunto escultórico de la
"Oración en el huerto" del siglo XIX.
Cuarto de Costura
En este sitio,
Doña María Augusta con algunas mujeres se dedicaba a las labores de costura,
tejido y bordado, hacían saquitos de lana que regalaban a los niños que mejor
se hubieran portado en el comedor.
En el cuarto
de costura o de San Agustín, encontramos la belleza de los muebles hechos en
nuestro país: el aparador taraceado y los bargueños de la colonia, éstos se
caracterizaban por tener un cajón secreto en el que guardaban documentos
importantes o también joyas. El Niño Jesús del siglo XVIII, se caracteriza por
tener goznes (articulaciones) en codos, rodillas y cadera. Este espacio fue
utilizado simultáneamente como oratorio; cuando Doña María Augusta no podía ir
a la Iglesia como solía hacerlo todos los días, por problemas de salud; este
era el lugar donde se instalaba un altar pequeño para que el sacerdote diga la
misa para ella.
La Virgen de
los Angeles, fue tallada en madera por Luis Aguirre en 1933 en la población de
Cotacachi; el autor de esta obra la hizo especialmente para Doña María Barba,
madre de Doña María Augusta.
Cocina Aquí se
preparaban los alimentos para los niños del comedor todos los días, además de
la comida del personal de servicio de la casa y de la señora María Augusta
Urrutia. En la Semana Santa se preparaba la fanesca, con la receta de la casa,
y para los días de fiesta María Augusta preparaba comidas deliciosas y en
especial los dulces, que le gustaban muchísimo. Fue una mujer muy generosa, los
alimentos no perecibles, carnes, vegetales, frutas y lácteos, eran repartidos
al Hogar Javier, a la Casa de Ejercicios Espirituales de Machachi y a las
Hermanas del Carmen Alto.
Esta cocina de
leña de origen alemán, fue utilizada hasta 1996, para preparar los almuerzos
para los niños del comedor infantil. Se puede apreciar algunos utensilios de
cocina como por ejemplo: las pailas y las chocolateras típicas de las cocinas
tradicionales quiteñas, los barros, el molino de café, la canguilera, las
cucharas de palo y demás implementos de cocina.
En la alacena
se guardaban los productos lácteos como quesos y mantequilla que eran traídos
de la Hacienda San Agustín y la Hacienda Solanda donde funcionaban las
vaquerías. Siempre olía muy bien por este lado de la casa, ya que aquí se
tostaba y molía el café, también se guardaba parte de los dulces en especial
unos buñuelos que eran de fama y que se preparaban en las semanas cercanas a la
Navidad.
Se almacenaban
de alguna manera, lo más ordenadamente posible, los trastos, ollas y sartenes.
En otra parte se guardaban los aliños, las hierbas y las especias que hacían de
esta comida una verdadera delicia.
La comida se
preparaba desde temprano, se usaba leña y se trabajaba para lograr que esté
bien encendida a fin de que se calentara la sopa para los niños. Comedor Aquí
comía diariamente María Augusta, don Luchito, eterno mayordomo de la casa le
acompañaba de pie cerca de la puerta, conversando y discutiendo sobre la casa, las
haciendas, la vida, mientras la luz derramada al interior desde el magnífico
vitral, iluminaba cálidamente el ambiente.
El comedor se
utilizaba para las grandes ocasiones, cuando habían invitados especiales la
mesa se vestía de gala. Se servía en vajillas europeas y con cubiertos de
plata.
La lámpara
central hecha de bronce, perteneció a la familia del Gral. Vicente Aguirre,
prócer de la independencia y tatarabuelo de Doña María Augusta, la misma que
recibió por herencia. El diseño del vitral europeo de fines del siglo XIX, se
atribuye a Mideros.
Contamos con
tres litografías al óleo de origen francés y "El Chimborazo" que está
atribuido a Rafael Troya pintor ibarreño quien inicia a Mideros en el arte. La
mayoría de las vajillas, platería, cristalería y cubertería, Doña María Augusta
los recibió por herencia.
Sala Principal
Este salón era
el de las grandes ocasiones, recibió a más de un Presidente de la República y
más de un legislador o embajador estuvo sentado aquí. Salón que estuvo siempre
presidido los retratos de María Augusta Urrutia y Alfredo Escudero, pintados
por Víctor Mideros. La decoración y el estilo son de principios del siglo XX y
el gusto por recargar los ambientes es característico del Quito de la época y
de ahora: de alguna manera, el espíritu barroco de nuestro vigoroso siglo XVIII
se mete por las rendijas de todas las casas.
Por ser ésta
la sala más importante, tenía que ser muy cuidadosamente decorada; así por
ejemplo, la alfombra es francesa, los muebles, como los de la mayoría de la
casa son europeos, con la diferencia de que el tapiz de éstos es igual a la
tela de las cortinas. Otra diferencia con el resto de las salas, es que aquí no
tenemos papel tapiz, sino pintura mural, utilizando la flor de las cortinas en
la decoración; las cenefas fueron hechas en alto relieve con yeso y pintadas a
mano.
Sala de Estar
En esta sala
Doña María Augusta recibía a las personas de mayor confianza. La belleza de
este lugar radica en el contenido espiritual de las esculturas del niño Jesús
yacente, el niño Jesús y San Juan jugando, del siglo XVIII, atribuidas a Caspicara.
Además la Virgen de Quito del siglo XVIII, está atribuida al taller de Bernardo
de Legarda. En cuanto a pinturas, contamos con "El Descendimiento" y
"La Familia de la Virgen", atribuidos a Manuel Samaniego; también
"La Soledad" .
La fotografía de la sala principal esta equivocada, la sala de la imagen pertenece al Museo Casa de Sucre
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